__________{Introducción}__________
“La mayor parte
de
lo que nos sucede es
un reflejo de nuestra
autoestima.”
‒HCJ
Este libro es mi historia. Lo he escrito de manera que resulte un
recuento verídico e inspirador de gran parte de los desafíos,
oportunidades y personas que han forjado mi filosofía de la vida: una
vida empoderada y capacitada por la disciplina, la perseverancia, la
paciencia, el coraje y, lo que es aún más importante, el amor.
En el transcurso de mi vida, según lo
atestiguan estas memorias, he experimentado
‒al
igual que muchos‒
una considerable cantidad de pruebas, derrotas, logros y “victorias”.
También es evidente que, durante todo mi viaje
‒probablemente
tal como durante el suyo‒
numerosas personas han desempeñado (o desempeñarán) un papel importante,
puesto que no operamos en un vacío.
Un principio fundamental expresado en este
libro es que cada uno de nosotros cuenta con los medios indispensables
para sacar el mejor provecho posible de la mayoría de las situaciones, y
que somos seres sociales con una necesidad intrínseca de entrega,
afirmación, compañía y amor; que, para crecer y prosperar como seres
humanos, debemos aprender y compartir, conforme a las circunstancias y
personas que la vida pone en nuestro camino. Esto es lo que tanto la
propia vida como mi condición me han enseñado, y lo que quiero hacerles
llegar a través de estas líneas.
Espero que, por lo menos, disfrute de la
lectura de este libro, y que, por lo más, la historia de mi vida le
sirva de inspiración, o bien de guía parcial hacia un éxito asequible,
al seguir y aplicar algunos de los criterios, conceptos y diligencias
expuestos en el texto colectivo.
A medida que vaya avanzando por los capítulos, citas y palabras, tenga
en cuenta que simplemente soy “un tipo corriente”, y que he aprovechado
al máximo mis vivencias para ofrecerme a mí mismo, así como a mis
familiares y amigos, la mejor versión de mi persona.
Cualquiera puede hacer lo que yo he hecho. No
requiere nada especial: solamente una actitud de apertura y disposición
para aceptar el cambio, además de agallas para no rendirse a la
autocompasión por ninguna supuesta deficiencia o situación adversa que
haya experimentado en el pasado, o que pueda surgir en el futuro.
Por último, cuando se sienta cansado, exhausto
o vencido, recuerde que siempre habrá un nuevo día en el horizonte, con
un infinito suministro de regalos y oportunidades en espera. Sólo
tenemos que “soltar” nuestros recelos, cualquier cosa que sea que nos
ata, y recibir el momento presente con los brazos abiertos.
* * * *
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Sólo con
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